Coordinadora Alicante Limpia (CAL), 9 de diciembre de 2021
(este informe es @copyleft, siempre y cuando se cite la fuente)
“[…] Hablar de sostenibilidad, economía circular o porcentajes de reciclado a alcanzar y alabar el plan local es todo un contrasentido.”
En relación con la noticia aparecida en el diario Información sobre la intervención del gerente de la empresa UTE Alicante en el Foro del municipalismo celebrado en EUIPO el pasado 29 de noviembre, la CAL quiere hacer las siguientes precisiones:
1.- La transparencia de la que presume D. Alberto Gonzalo, gestor de la UTE, quedó claramente de manifiesto en su negativa a comparecer en la Comisión no permanente o específica del Pleno para el estudio y análisis del contrato de limpieza viaria y gestión de residuos celebrada el pasado 3 de diciembre de 2020 a petición de todos los grupos políticos excepto por el equipo de gobierno (PP y Ciudadanos), que debería ser el órgano más interesado en exigir la comparecencia de la empresa adjudicataria.
2.- Los medios con los que la ciudadanía puede contactar con la UTE, a los que alude el gerente, contrastan con la falta de inspectores que la UTE tiene trabajando sobre el terreno y que hace que sea la propia ciudadanía la que realice el trabajo de inspección.
3.- La UTE falta escandalosamente a la verdad cuando afirma que “el 90 % de las incidencias se resuelven antes de 24 horas y de ellas el 70 % antes de 8 [horas]” pues la CAL ha constatado numerosas incidencias, tramitadas a través del SAIC, que se han tenido que denunciar durante semanas. Lo curioso del caso es que el SAIC informa en tiempo real del momento en el que da parte de la incidencia.
4.- D. Alberto Gonzalo afirmó en su comparecencia, por poner un par de ejemplos, que «el ciudadano reconoce el trabajo y lo agradece» o que «la satisfacción sobre la limpieza de Alicante ha pasado del 20% de 2019 al 64% en 2021», y lo hace sin mencionar la fuente. Sin embargo, entendemos que está haciendo referencia, sin nombrarla por denostada, a la encuesta del Observatorio de los Servicios Urbanos sobre la cual se ha escrito mucho por el empleo de una metodología decimonónica que falsea los resultados.
5.- En determinados momentos de la comparecencia de D. Alberto Gonzalo se hace difícil saber si habla en nombre de la UTE o del Ayuntamiento, especialmente cuando alaba un plan de gestión de los residuos que ni ha realizado ni ha pagado; un plan de residuos con tales deficiencias que hará imposible que los objetivos que marca la ley se cumplan. Y esto la UTE lo sabe o lo debería de saber pues hablar de sostenibilidad, economía circular o porcentajes de reciclado a alcanzar y alabar el plan local es todo un contrasentido.
6.- De las palabras del gerente se desprende que los desafíos del futuro están solventados con una mezcla de economía circular, toneladas de dióxido de carbono capturado, conversión en electricidad para miles de hogares… Lamentablemente, la realidad es muy diferente si nos basamos en la gestión que ha realizado la UTE en el CETRA en los últimos años.
Los problemas que sufre el CETRA están relacionados con el objetivo que tiene la UTE que no es otro que aceptar la mayor cantidad posible de residuos, incluso si eso lleva al límite la capacidad de la planta, pues para lo que “sobra” se utiliza el vertedero.
En 2016, las autoridades intentaron reducir la llegada al CETRA de decenas de miles de toneladas de residuos urbanos de otras procedencias.
Por ejemplo, entre 2014 y 2015, la proporción de residuos tratados antes del enterramiento representaba alrededor del 70 % de las cantidades recibidas en el CETRA. Entre 2019 y 2020 esta proporción se redujo a alrededor del 40 % del total de los residuos destinados al vertedero.
Paralelamente, las cantidades anuales globales que llegan al vertedero han aumentado y hoy nuestra ciudad se encuentra, mucho antes de lo previsto, frente al colapso de esta instalación y ante una gran incertidumbre respecto a la gestión de nuestros residuos.
El papel desempeñado por la UTE no es aceptable, y mucho menos al presentarse como defensor e incluso como punta de lanza de una gestión de residuos responsable y coherente con el modelo de la economía circular en nuestra ciudad.