Análisis de la CAL del Plan Local de Residuos

Coordinadora Alicante Limpia (CAL), 7 de junio de 2021

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Análisis de los aspectos generales del Plan

El Plan local de residuos del Ayuntamiento de Alicante, presentado hace unos días y pendiente de aprobación en el pleno municipal, ha llamado nuestra atención por su contenido pues no dirime cuestiones esenciales como veremos a continuación.

El plan es un documento que consta de 152 páginas por lo que solo vamos a comentar los aspectos más relevantes.

Lo primero que llama poderosamente la atención es el incumplimiento de los plazos pues, de acuerdo con el Plan Integral de Residuos de la Comunidad Valenciana (PIRCVA 19), este debería haber estado redactado antes de enero de 2021. Es más, con total licencia, el propio Plan señala los plazos que se establecen fuera de la normativa: “Diseño y Desarrollo del Plan: Noviembre 2020- Abril 2021”

El Plan debe estar aprobado antes de septiembre de 2021, lo que da un buen margen para que la ciudadanía pueda leerlo, comprenderlo, y presentar sus aportaciones; es decir asumirlo y apoyar su cumplimiento; además, ello propiciaría una serena reflexión por parte de los representantes de la ciudadanía en el Consistorio, de forma que el Plan saliera mejorado y, una vez plasmadas todas las aportaciones y sugerencias, se aprobara con un amplio consenso.

Sin embargo, el gobierno local está dispuesto a aprobarlo en el Pleno de este mismo mes de junio, haciendo de la participación ciudadana un mero trámite que salda con una encuesta simplista, la cual versa sobre cuestiones generalistas que poco o nada tienen que ver con el Plan, pues sistemáticamente se olvidan de que los concejales que conforman el equipo de gobierno son meros portavoces de la voluntad de ciudadanía, de toda la ciudadanía de Alicante.

En su introducción (pág. 5) el Plan señala que:

“El Análisis de la producción y Gestión de Residuos es Fundamental de cara a evitar que las políticas y medidas en materia de residuos queden obsoletas en un corto periodo de tiempo”.

La experiencia de años pasados nos demuestra que el Plan nace obsoleto pues en 2012 el autor del Pliego del contrato ya tenía en mente esta idea y, de cara al futuro, mencionaba la obligación de equipar los vehículos de recogida con un dispositivo de pesaje integrado para conocer a diario los diferentes flujos de materiales producidos en la ciudad y así mejorar su gestión.

Sin embargo, no se han producido grandes avances para mejorar las cifras de los reciclables (aparte de la experiencia fallida del quinto contenedor) pues actualmente solo se recoge un pequeño porcentaje de material para su reciclado o valorización pese a que los requisitos legales en la materia no han dejado incrementarse durante todo este tiempo.

El aumento de las exigencias legales respecto a la gestión de los residuos se debe, esencialmente, a la degradación medioambiental algo que se ignora en el Plan al igual que lo ignoran los técnicos y el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, pues los sistemas establecidos para la recogida y la gestión de los residuos no están, evidentemente, adaptados a los tiempos actuales, es decir, no es posible extraer y reutilizar los diferentes componentes que hemos introducido en una bolsa de basura, y que se han mezclado sin remedio. Los datos que conocemos de los rendimientos de separación son irrisorios en cuanto a la calidad de los productos extraídos. ¡Mejor ni mencionarlo!

Pese a que los estudios han demostrado que el 80% de la población responde positivamente a la tarea de separar los residuos todavía queda mucho que hacer y esa es la razón de ser del Plan local de residuos: ofrecer soluciones a la población que permitan alcanzar los objetivos que marca la ley en materia de gestión de los residuos.

Otra de las cosas a las que hace mención el Plan, en su objetivo estratégico 1 (OE 1, pág. 17), es la intención de disminuir los residuos municipales a largo plazo, lo que nos sorprende extremadamente pues este Consistorio declaró la emergencia climática en septiembre de 2019, mediante la firma de una declaración institucional, lo que denota la falta de voluntad de querer cambiar las cosas verdaderamente.

Por otro lado, la acción 4.3.3 del Plan trata de fomentar sistemas de cooperación con los establecimientos comerciales del canal HORECA (hostelería, restaurantes y cafeterías) y con los grandes productores de residuos orgánicos, así como la recogida puerta a puerta. No obstante, el Plan debería indicar la obligatoriedad de cooperar activamente, el único camino para obtener resultados. Esto ha quedado palmariamente demostrado por el fracaso del 5º contenedor que ha resultado fallido por la ausencia, precisamente, de participantes del canal HORECA.

El Plan, por tanto, no va mucho más allá de demostrar que existe un buen margen de maniobra para alcanzar los objetivos legales, como pone de manifiesto en el caso de los biorresiduos que representan la parte más importante de los productos valorizables producidos (cerca del 40% de los residuos domiciliarios y una cifra similar de los residuos de los medianos y grandes productores).

Otro ejemplo lo tenemos en la afirmación de que entre los años 2020 y 2022 la ciudad de Alicante recogerá cerca de 25.000 toneladas de biorresiduos gracias a la instalación de alrededor de 2.000 contenedores marrones, el conocido como 5º contenedor. Sin embargo, el Decreto del Plan Integral de Residuos de la Comunidad Valenciana (PIRCVA 19) obliga a presentar un justificante de los rendimientos de las recogidas para la colocación de dichos contenedores.

Como suele ser habitual con este Consistorio, no sólo no se han presentado pruebas documentales, sino que no se han realizado los análisis comparativos con otros sistemas de recogida. Este incremento de los contenedores en el Plan no obedece sino al mandato del Pliego redactado por los técnicos del Ayuntamiento en 2012 que, de alguna manera, señalaban la contenerización como única solución sin tener garantía alguna sobre los resultados y a sabiendas de la importante inversión que supone la compra de esos miles de contenedores.

Si nos basamos en los múltiples ejemplos de otras ciudades, la utilización sistemática del 5º contenedor para la recogida de biorresiduos no permitirá ni siquiera alcanzar los objetivos fijados para el año 2022. El Plan no es capaz de justificar este aspecto y mucho menos de abordar los criterios de calidad exigibles para una posterior valorización de los residuos, por no hablar de la multiplicación de los puntos negros de suciedad en toda la ciudad con el aumento de las islas permanentes de multicontenedores.

En 42 ocasiones el Plan menciona la palabra compostaje, y la acción 4.2.2 establece:

“[La] Instalación de 12 centros de compostaje comunitario repartidos por la periferia del municipio.”

Esto no deja de resultar curioso, por no decir otra cosa, cuando es de dominio público que los puntos de compostaje comunitarios que actualmente existen están abandonados por parte del Ayuntamiento.

Ahondando en el compostaje comunitario, en el Plan se menciona la responsabilidad compartida entre los usuarios y el Ayuntamiento, que se encargará de la gestión y del mantenimiento de las instalaciones, con lo que estamos totalmente de acuerdo, sin embargo nos resulta extremadamente dificil de creer que en un futuro se vaya a cumplir algo que no se lleva a cabo hoy, pese a las reiteradas peticiones al respecto realizadas ante la Concejalía de Medioambiente, cuya respuesta siempre ha sido el silencio más clamoroso.

También en el documento se abordan algunos aspectos que merecerían un desarrollo diferente, como pueden ser los ecoparques y los ecopuntos. Si hacemos caso a las cifras presentadas, con el único Ecoparque existente ya se cubriría más del 80% de las necesidades de la ciudad.

A este respecto nos preguntamos si no sería adecuada una reflexión en profundidad sobre las necesidades de la población en materia de residuos especiales, es decir, los provenientes de los hogares (aceites usados, pilas, bombillas, etc.) y acercar los puntos de recogida a los grandes centros comerciales de la ciudad.

Lo mismo sucede para el tratamiento de la materia orgánica de las zonas periféricas (Partidas) mediante el desarrollo, con la ayuda de los habitantes, de soluciones de compostaje. En estas zonas, la parte de los residuos verdes es muy reseñable y, a partir de este diálogo con la ciudadanía, sería posible buscar soluciones adaptadas a los otros flujos de materiales.

Otro punto que debemos resaltar es la isla de Tabarca. Desde la CAL nos preguntamos si no sería posible establecer un concepto de protección del medio ambiente con una gestión adaptada de los residuos producidos por los locales y los visitantes. Por ejemplo, compostaje local de biorresiduos o soluciones individuales que, incluso para los establecimientos públicos existen.

Cuestiones económicas

Para terminar, respecto al coste que supondrá el aumento del número de contenedores, consideramos esencial poder disponer de los datos de las inversiones proyectadas, pues bien se podría alcanzar el límite del sistema del 5º contenedor entre 2022 y 2023, es decir, que en 2023 nos encontraríamos con un sistema obsoleto que también podría afectar al funcionamiento de la futura planta de tratamiento.

A este respecto, tal y como han señalado los técnicos del Ayuntamiento, se podría haber tomado como ejemplo una ciudad como Pamplona que prevé una inversión de ocho millones de euros para la adaptación de los contenedores grises (resto) y marrones (5º contenedor).

Pese a que el Plan presentado recoge, en el punto 2.6.3, la normativa autonómica (art. 14 del PIRCVA 19) referida a la obligatoriedad de implementar:

“[…] antes del 1 de enero de 2021, una recogida puerta a puerta o equivalente, al menos para la fracción biorresiduos y envases ligeros, junto con un sistema de identificación de usuario que permita aplicar políticas económicas y fiscales a favor de la recogida selectiva en origen en favor de la ciudadanía, como el pago por generación, en alguna ruta de recogida, unidad completa de gestión, pedanía, barrio, distrito o similar que determine la entidad local”.

este punto está totalmente ausente del Plan, violando de nuevo el PIRCVA, esta vez en su artículo 19, el cual señala que se ha de implantar el sistema de pago por generación de residuos (PxG), un sistema más justo pues aplica íntegramente el principio de «quien contamina paga». Este es también el principio de gestión más común en Europa y hay datos de que en los lugares en los que se emplea se ha logrado un aumento sustancial de los porcentajes de reciclado; ha disminuido el incinerado y el vertido, y se ha impulsado la reducción de los residuos.

Aun sabiendo que el sistema actual de la tasa de recogida de basuras en Alicante no corresponde a ninguno de los criterios establecidos en el PIRCVA 19; aun sabiendo que estamos ante un sistema sin sentido, carente de diseño y que no lleva ningún componente pedagógico, y aun sabiendo que la recaudación apenas cubre la mitad de los costes para los que está previsto, el Plan no lo menciona.

Por otra parte, los ejemplos de la aplicación de una tasa a la fracción «resto» (contenedor gris) han demostrado la eficacia de la medida al constatarse el aumento de las cantidades de otras fracciones, es decir, la ciudadanía separa más, pues ello le ahorra dinero.

Por todo lo anterior, una reforma general de la Ordenanza Fiscal de la Tasa por Recogida de Residuos Sólidos Urbanos es indispensable para cumplir el decreto del PIRCVA19 y debe, por tanto, formar parte integrante del Plan. Es decir, se debe aplicar la misma urgencia a la nueva ordenanza de residuos que a la ordenanza de las tasas sobre los residuos.

Deberíamos repensar en los costes y ser conscientes de que no se trata solo de dinero, sino también, y quizás sobre todo, de costes sociales y medioambientales. Por ello, la participación activa de la ciudadanía en las operaciones de compostaje o reciclado permite que cada persona influya directamente en el importe de su tasa de recogida de residuos.

Por otra parte, y no menos esencial, es que los dispositivos de recogida estén adaptados para poder aplicar dicho sistema. Sin embargo, el Plan no hace mención alguna a este aspecto y los dispositivos con los que contamos en la actualidad no permiten satisfacer este requisito.

Lamentamos que según la prensa, la decisión de prorrogar el contrato ya se haya tomado. La prórroga tiene que producirse porque se han perdido dos años de trabajo (los que lleva gobernando el bipartito) que hubieran servido para preparar, con bases sólidas, el nuevo contrato y evitar esta prórroga. Nos tememos que los dos próximos años tampoco sean fructíferos para acometer las soluciones que necesita esta ciudad, entre otras optimizar el uso del 5º contenedor y asumir sus límites; la puesta en marcha experimental de la recogida puerta a puerta; recolecta de biorresiduos en la zona centro de la red HORECA, etc., etc.).

Para finalizar, una cuestión no menos banal y es la participación ciudadana. ¿Considera el Ayuntamiento cumplido este trámite con una encuesta que presenta problemas de formulación, como se ha visto en las RRSS y que, además, no ha llegado a la mayoría de la ciudadanía alicantina?

A continuación, véase el anexo sobre el ejemplo de la ciudad de Pamplona.

ANEXO

El ejemplo de Pamplona en la gestión del quinto contenedor

La Mancomunidad de Pamplona atiende a 373.500 habitantes de los cuales 348.500 habitantes viven en un ámbito urbano, conformado por 35 entidades de población.

Las cifras utilizadas aquí corresponden al informe de gestión de 2019 de la mancomunidad. No es hasta el año 2014 cuando se documentan las cantidades de materia orgánica recogidas y en ese primer año documentado se recogieron 1.004 toneladas (t) de materia orgánica.

La recogida separada de biorresiduos en el 5º contenedor es obligatoria en la mancomunidad y en 2019 la cifra alcanzó las 8.964 t de biorresiduos en un total de 2.433 puntos de recogida (2.334 contenedores de carga lateral, 65 de carga trasera y 34 puntos de la red neumática), lo que se traduce en:

1 punto de recogida por cada 150 habitantes

25,7 kg de biorresiduos recogidos al año por habitante

3,7 t de biorresiduos recogidos al año por cada punto de recogida o su equivalente de 10 kg al día en cada punto de recogida

Por su parte, el Plan local de residuos de Alicante en su objetivo estratégico 4 precisa:

“Conseguir una mejora de la recogida selectiva en origen en el municipio de Alicante al objeto de alcanzar, al menos, los objetivos cuantitativos y cualitativos nacionales y comunitarios”

Objetivo 4.1 Implantación de servicio de recogida selectiva de la fracción orgánica a través de contenedores en la vía pública.

4.1.1 Colocación de 1862 nuevos contenedores de carga lateral de 2.000-2.500 litros, pasando de 88 a 1.950 unidades. Bajo el criterio de un contenedor a menos de 100 metros del usuario. Reforzando el número de contenedores de FORS en mercados municipales, galerías comerciales, centros educativos, residencias y establecimientos públicos.

4.1.2 Reconversión de 106 contenedores de 1.100 litros de carga trasera de resto a FORS, para contenerización en vía pública y recogida en establecimientos del canal HORECA.

En Alicante, con una población de alrededor de 300.000 habitantes que viven en un ámbito urbano, tendríamos 1 punto de recogida por cada 150 habitantes.

Por lo que se refiere a los objetivos cuantitativos, el plan local recién publicado no se basa en valores alcanzables o realistas, sino que solo menciona las exigencias de la reglamentación (nacional o comunitaria), como muestra la tabla 34:

Es evidente que los valores utilizados para el año 2021 y, especialmente, para los años siguientes no son ni creíbles ni realistas. A ello se añade la imposibilidad de garantizar la calidad suficiente para la valorización, es decir, para crear compost proveniente de los productos recogidos, ya que con este sistema de aportación voluntaria los porcentajes de materiales impropios son muy elevados.

Ahondando en la calidad de los materiales recogidos, la respuesta de la UTE a una de las preguntas planteadas en la Comisión de estudio del Pliego al respecto fue la siguiente:

“La presencia de impropios en los contenedores de recogida selectiva dificulta los procesos de recuperación posteriores, pero sobre todo en este flujo dificulta el tratamiento de la materia orgánica y puede llegar a impedir la obtención de un compost que calidad que sirva como enmienda orgánica en la agricultura.”

Para terminar, sin comentarios sobre los escasos kilos de biorresiduos recuperados al día en los contenedores de 2.000-2.500 litros previstos, excepto en las zonas de concentración de establecimientos del canal HORECA, para los cuales el sistema puerta a puerta anunciado anteriormente parece haber «evolucionado».


Coordinadora Alicante Limpia (CAL) | NIF: G10624435 | N.R.: CV-01-063080-A

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